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Nadie ha podido negar la gran movilización del 22 marzo  promovida por las Marchas de la Dignidad.

Su éxito de participación –como no se había visto en muchos años-  fue reflejo de gran descontento social fundamentalmente de la clase trabajadora sobre la que se hace recaer el gran esfuerzo de recuperación de capital por los poderes económicos y políticos pero, sobre todo por su unidad en torno a cuatro puntos fundamentes que resumen las necesidades reales de los trabajadores y trabajadoras, de la gran mayoría de la población:

  • Por el derecho a la vivienda
  • Por el derecho a un trabajo digno o a una Renta Básica
  • Por los servicios públicos gratuitos y  de calidad
  • No al pago de la Deuda

Y bajo estos cuatro puntos la lucha de quienes conforman el movimiento Marchas de la Dignidad se ha mantenido, no ha cesado y continúa para revitalizar y desenmascarar a  quienes cada día continúan mintiéndonos, desahuciando, robando y estafando.

Expresión de esa continuidad es la preparación de una  gran Marcha en  Asturias que acabará en Oviedo, en los alrededores del Teatro Campoamor donde se entregan los premios Príncipe de Asturias. Estos no son sólo una entrega de premios, sino que suponen el centro de reunión festiva de grandes poderes políticos y económicos que nos gobiernan. Una parafernalia que a nosotros nos supone millones en recortes y ayudas sociales, se convierte para ellos en una fiesta. De ahí que estas movilizaciones se  enmarquen en la campaña denominada SOMOS REALES.

El nombre de la campaña no es casual. Las Marchas de la Dignidad con esta lucha no se limita sólo a una simple protesta sino que expresa la necesidad de una unidad consciente de todas las organizaciones y colectivos  por  objetivos comunes que han de contar con la participación y apoyo de la mayoría. La necesidad de crear un frente popular común ante al enemigo que no es otro que aquel que nos roba el pan, nos quita el techo y nos echa a las filas del paro despojándonos de nuestro trabajo.  Para ello, los días previos a la entrega de premios se llevarán a cabo foros de debate donde  intercambiar opiniones y experiencias que ayuden continuar avanzando en las diferentes luchas que se están dando en distintos lugares y que más preocupan.

Se trata de denunciar y reafirmar:

Son REALES los desahucios a trabajadores y trabajadoras, a familias obreras, a nuestros pensionistas promovidos por los banqueros  y empresarios;
Son REALES los despidos masivos de trabajadores por empresarios que trasladan su empresa a países donde la mano de obra es más fácil de doblegar; o los despidos masivos para desmantelar empresas con el fin ultimo de cambiar de nombre y evitar pagar las multas por incumplimiento de la ley; o los de rebajar las condiciones trabajo y elevar el nivel de explotación y opresión sin ningún otro interés que el de obtener un beneficio que se supere mes a mes;
Son REALES las limitaciones de derechos democráticos, como el de la mujer a poder decidir sobre si abortar o ser madre cuando las condiciones la llevan a ello; o como el de la persona que carece de movilidad o tiene dificultades psíquicas o físicas al que obligan a vivir en malas condiciones  aumentando sus limitaciones y sufrimiento;
Son REALES las estafas y el engaño a los pensionistas a los que obligan a mal vivir con pensiones mínimas con las que además han de mantener a nietos e hijos;
Son REALES los estudiantes a los que obligan a dejar sus estudios y formación encareciendo y convirtiendo en elitista la educación;
Son REALES los jóvenes obligados a emigrar o el aumento de los niños que carecen de condiciones mínimas de alimentación sana que no limite su salud y por tanto su futuro.
Son REALES la represiones que padecen los manifestantes de las Marchas con multas o condenas penales, que padecen los sindicalistas por defender derechos a la huelga o al trabajo, que padecen los jóvenes represaliados por ser jóvenes que no aceptan las condiciones de vida de sometimiento. Todos ellos son reales.
Todos SOMOS REALES como deben serlo los derechos y libertades recogidos en la Constitución de la que tanto hablan quienes nos gobiernan cuando señalan que fue aprobada por los españoles. Sin embargo, esos mismos se negaron a preguntarnos, y también ES REAL, si queríamos pagar la deuda que ellos han generado y que han echado sobre nuestros hombros, los de los trabajadores y trabajadoras y de sus hijos.
SOMOS REALES, como lo son quienes defendiendo sus intereses de clase dirigente, defensores de un sistema social que sobrevive por la explotación de una minoría sobre la mayoría sin importarles la miseria que padezcan, las desgracias que tengan por falta de trabajo, de casa o de alimento.
Porque SOMOS REALES y no somos la mayoría silenciosa. Porque queremos un cambio social que exprese la democracia para la mayoría:
Llamamos a participar el 24 de Octubre en las Marchas de la Dignidad, que promovidas desde Asturias y apoyadas y respaldadas por las Marchas de todo el Estado, se concentrarán en torno al teatro Campoamor en Oviedo, junto con muchas organizaciones, colectivos, movimientos y sindicatos, para decirle a la oligarquía que allí se reúne que no nos doblegan ni nos doblegarán.

¡Por el derecho al trabajo digno o un seguro de desempleo indefinido!
¡Por el derecho a una vivienda digna para todos y todas!
¡Contra los recortes y por los servicios públicos, gratuitos y de calidad!
¡No al pago de una deuda que no es nuestra!
¡Por una democracia para la mayoría!

Marisol Hernández, militante del PTD