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El pasado fin de semana se celebró en un lujoso resort de Austria la reunión anual del famoso Club Bilderberg. Pero, ¿Qué es el Club Bilderberg? ¿Cómo nació? El Club Bilderberg es una “convención” anual privada que reúne a las personalidades más “influyentes” del mundo occidental. Estas reuniones están promovidas por grandes magnates del mundo como Bil Gates o Georges Soros. Los criterios para ser invitado son muy selectivos, a esta reunión solo son invitados grandes banqueros, empresarios multimillonarios propietarios de las multinacionales más importantes, miembros de las distintas Casas Reales europeas, así como políticos y estadistas destacados. A esta reunión han asistido “ilustres” miembros de la oligarquía de nuestro país como es el caso de Ana María Botín, así también ha sido invitado el líder de la socialdemocracia española, Pedro Sánchez, aunque ha excusado su asistencia por “motivos de agenda”.

El origen de estas convenciones anuales está en 1954, en plena Guerra Fría promovido por el exiliado anticomunista polaco Josef Retinger. Su objetivo era combatir el antiamericanismo que existía en Europa debido a la implantación del “Plan Marshall, que afianzaba la sumisión política y económica de los países de Europa occidental, y el considerable poder del Campo Socialista. Esta convención buscaba reunir a los “lideres de Europa”, (principalmente Reyes, Principes, presidentes, magnates y banqueros) con el fin de establecer una estrategia política y económica que supusiera la perpetuación del sistema imperialista mundial tal y como hoy lo conocemos, en palabras de sus fundadores: “hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo.» (http://www.20minutos.es/noticia/2154969/0/club-bilderberg/que-es/quien-compone/)

Desde entonces el Club Bilderberg ha estado reuniendo a los miembros más destacados de la banca, los poderes económicos y financieros, la realeza y los principales representantes políticos del llamado “mundo occidental”. El elitismo y el secretismo que que envuelven el ambiente de estas reuniones ha despertado la atención de muchos que se preguntan qué temas se tratan en dichas reuniones por las personas más poderosas del mundo. Diversos autores como Phyllis Schlafly, Daniel Estulin, Alex Jones, así como la organización ultraderechista estadounidense “Sociedad John Birch, se han enmarcado dentro de la teoría conspirativa que definen al Club Bilderberg como el “gobierno mundial”. Según esta teoría los grandes poderosos burlarían las “instituciones democráticas” y la soberanía de los países para tomar decisiones que afectarían de forma directas a nuestras vidas que que estarían diseñadas a construir un “nuevo orden mundial” destinado a poner el mundo bajo los pies de un diminuto grupo de 130 personas que forman el Club Bilderberg.

Aunque esta teoría pueda ser acertada en algunos aspectos, los capitalistas se reúnen para conspirar y seguir manteniendo su cuantiosa tasa de benéficos a costa de la explotación y el expolio de la clase obrera y de los pueblos del mundo, esta teoría pasa por encima el análisis marxista de la economía capitalista y el imperialismo. La situación actual a escala mundial no es producto de las decisiones que tomen un grupito de conspiradores, sino que es el resultado natural de un sistema económico y social que tiende a la acumulación de capital, al monopolismo, en definitiva a concentrar la riqueza en cada vez menos manos.

El Club Bilderberg podemos decir que representa de modo abierto como los capitalistas se organizan para sostener un sistema que es cada vez más injusto, opresor y esclavizador, pero que responde al mantenimiento de todos sus privilegios. Las multinacionales, los especuladores y la banca mundial se organizan en otras instituciones que tienen una apariencia más “oficial” como es el Fondo Monetario Internacional, FMI, que la pasada semana anunció una serie de “recomendaciones” a España para “superar la crisis”, entre ellas subir el IVA, introducir el “co-pago” sanitario y abaratar el despido. Esto supone una subida de cargas impositivas para las clases populares y trabajadoras que tendrá como contrapartida una bajada en el tipo impositivo destinado a las grandes empresas y a la banca.

El imperialismo es un sistema profundamente hostil a la democracia, a la soberanía de los países, a los derechos sociales, un sistema decadente y reaccionario que no puede basarse más que en la explotación generalizada del Planeta y de los pueblos del mundo. Los comunistas y las fuerzas progresistas del mundo deben desenmascarar todas las instituciones, ya sea oficiales o no, que busquendefender las políticas de las grandes multinacionales y la oligarquía financiera mundial, (FMI, Banco Mundial, Club Bilderberg, Unión Europea, OTAN..) Debemos organizar a la gente desde la calle, los barrios y los centros de trabajo exponiendo la realidad. No es la lucha contra un reducido número de “villanos”, aunque muchos de los responsables tienen caras reconocidas, si no la lucha contra un sistema, caduco y genocida basado en la explotación y la guerra; para sustituirlo por un sistema que ponga la democracia, la economía y los recursos del planeta al servicio de la mayoría de la población mundial trabajadora, un sistema que según nuestra visión no puede ser otro que el socialismo.