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Las elecciones generales que hemos vivido este pasado domingo han servido a muchos para sacar conclusiones políticas de toda índole. Positivas, negativas, en cuanto al resultado de su partido político, etc. Y los oligarcas no son menos. Todo lo contrario. Son más que todos los demás. Rápidamente han observado que todas sus maniobras empiezan a hacer aguas. Construyeron una estructura de gobierno centralista –atada y bien atada-; criaron a sus partidos políticos -dirigentes de sus intereses- para ponerlos al frente del gobierno del Estado; “corrompieron” legalmente -mediante la financiación de partidos, por ejemplo- a unos; corrompieron ilegalmente -mediante otras formas de financiación de partidos y cooptaciones, entre otras-, a los unos y a los otros; pusieron sus medios de comunicación a crear corriente de opinión; etc. Pero ya no parece suficiente.

El control sobre el poder político que ejercían se tambalea. Pierde eficacia para ejercer esa dirección de gobierno estable y firme con la intención de ver cumplidos sus intereses. Intereses que se basan en la obtención del máximo beneficio posible apropiándose del fruto del trabajo ajeno, cada vez en mayor cantidad para poder competir. Hasta ahora lo habían logrado imponiendo, desde sus gobiernos, un sinfín de reformas del mercado laboral, de los servicios públicos y de la protección social. Y esto, a su vez, lo habían impuesto mediante un importante número de cambios de las “reglas democráticas” puestas por ellos en su día con el fin de controlar a la masa social que se rebelaba contra las consecuencias.

Pero para imponer semejantes medidas han de conseguir esa gobernabilidad en la que tanto hincapié hacen. Necesitan alcanzar un gobierno con uno o varios de los partidos que más directamente controlan y sirve a sus intereses (PP, PSOE y C´s). Especial es el interés que, vista la campaña mediática que han dedicado (incluso falseando las encuestas para crear tendencia a su favor), han mostrado por Ciudadanos.

Poco más puedo decir sobre este partido más allá de lo evidente según su programa y lo analizado en otros interesantísimos artículos (1). Lo trascendental es que la oligarquía tenía puestas serias expectativas en conseguir lanzar a este partido y mantener a los tradicionales del bipartidismo. Pero estas perspectivas no se han visto completamente realizadas.

Comienza la campaña del miedo económico lanzado por sus grandes directivos y “expertos” en la materia que aseguran que, sobre los resultados emanados de estas elecciones, «la incertidumbre nunca es buena noticia para los mercados, que han estado comprando por el historial de reformas económicas de España. «Lo mejor que puedes esperar es que el progreso que se ha logrado no sea revertido tras el resultado electoral.»(2). ¡Compran nuestra precariedad a buen precio, aportado por los esfuerzos de sus gobiernos! ¿Y si ni tan siquiera tienen una mínima estabilidad sus gobiernos? Entonces automáticamente causan una caída del IBEX-35. El día justo después de las elecciones ha caído un 3,62% como advertencia. ¿Es algo generalizado y, por tanto, casualmente coincidente? La respuesta es no. Hace apenas unos pocos días las grandes empresas y bancos que cotizan en el selectivo IBEX-35 anunciaban importantes ganancias (27.857 millones de €, un 26% más) (3) y las bolsas europeas han estado al alza toda la jornada. Estos datos no pueden más que demostrar que hay intencionalidad en el movimiento bursátil para crear presión en la sociedad española, de manera que sean aceptadas sus exigencias de la dirección política, social y económica que ha de tomar este país.

Es decir, comienza la campaña electoral “de la segunda vuelta”. Comienza la presión de los gran burguesía para justificar y forzar que sus partidos políticos lleguen a un acuerdo: «Una coalición de centro derecha no puede alcanzar la mayoría (y esto) da incluso más incertidumbre política. Esto es improbable que sea positivo para los mercados» (4). Es decir, que por el bien de su mercado –capitalista-, PP y Ciudadanos han de alcanzar un acuerdo de gobierno y ser secundados por el PSOE mediante la abstención. En caso de que se produzca una repetición de las elecciones advierte de que el caos surgirá –de su mano- si la masa votante no rectifica su “equivocación” para con el mercado –capitalista- y sigue votando a fuerzas del campo democrático que impiden un gobierno estable de la oligarquía.

De todos estos hechos se desprende no solo el intervencionismo del poder económico en la vida política de nuestro país. Sino que en los efectos muestra la evidencia de la esencia. La oligarquía, mediante su poder económico controla todos los aspectos de la vida de una sociedad. Ejerce su poder político mediante su poder económico. Este último es su fuente de poder y control. Mediante éstos ve culminados sus intereses, sus más esenciales necesidades de ganancia, aunque cause pobreza generalizada. Controla toda la sociedad misma, su sociedad capitalista para mantenerse como lo que son: burguesía.

Ellos tienen esas herramientas de presión y control, es decir, de poder político efectivo. En cambio, la clase obrera y las clases populares tenemos otras herramientas. Unas mejor engrasadas y otras aún por construir. Inminentemente, la clase obrera debemos constituir nuestra herramienta principal: el partido político; para intervenir organizadamente y defendiendo nuestros intereses más inmediatos –de resistencia-, para tratar de controlar, en la medida que jugamos en campo contrario y con reglas ajenas y perjudiciales, la vida democrática en este régimen. Serán muchas otras las herramientas mediante las que haremos valer nuestros intereses en esta lucha de resistencia. Pero nuestro partido político ha de servirnos para lograr el éxito de la lucha general, inherente a nuestra condición de clase. Ha de servirnos para, con firmeza y convicción, liberarnos y liberar a todo el Pueblo de la opresión de este régimen social.

NOTAS

(1) https://trabajodemocratico.es/content/%C2%BFqu%C3%A9-deber%C3%ADas-saber-sobre-ciudadanos

(2) Palabras de Jan Von Gerich, jefe de renta fija en Nordea: http://www.publico.es/economia/ibex-35-desploma-40-resultados.html

(3) http://www.expansion.com/empresas/2015/12/10/56694776e2704e4f078b4679.html

(4) Palabras de Marco Stringa, economista senior de Deutsche Bank: http://www.publico.es/economia/ibex-35-desploma-40-resultados.html