Llevan tiempo intentando doblegar el servicio público de calidad que es la EMT, sus trabajadores son un ejemplo de resistencia y de orgullo para toda la clase obrera.

La campaña neoliberal contra el transporte público no cesa: con la excusa de unas obras de reforma, el gobierno del PP sostenido por Ciudadanos pretende cerrar de golpe toda la Línea 1, alterando las rutinas y necesidades de transporte de decenas de miles de trabajadores y trabajadoras que la usan cada día. En una ciudad donde el tráfico es siempre un dolor de cabeza, pretenden aportar un caudal de coches aún mayor, algo que conllevará sin duda atascos, embotellamientos, estrés y problemas para quienes usamos el transporte público cada mañana al dirigirnos a nuestros puestos de trabajo.

Pero esa es una realidad que a ellos les resulta ajena. No entienden ni asumen el concepto de transporte público porque en el mundo del que vienen no saben qué es coger el metro o el autobús, y toman sus decisiones mirando siempre a ese mundo, al mundo de los empresarios y banqueros. Un mundo en el que nosotros los trabajadores y trabajadoras y nuestros problemas no somos más que un exotismo.

Por eso, para realizar el servicio sustitutivo de la Línea 1 pretenden contratar a una empresa privada. Algo que para nosotros, los trabajadores y trabajadoras, resulta impensable, para ellos es de cajón: comulgan ideológicamente con los patrones, y gobiernan para ellos. Si debe suplirse un servicio público, van a sacarlo a concurso para venderlo como una concesión, para que otro haga negocio con nuestros derechos: no sólo plantean unas reformas chapuceras que suponen un trastorno para las clases trabajadoras, usuarias del transporte público, sino que además demuestran considerar el transporte como un negocio para una minoría social y no como un bien público al servicio de la mayoría social.

Llevan tiempo intentando doblegar a la EMT, intentando doblegaros, porque la EMT es sinónimo de un servicio público de calidad para los trabajadores y trabajadoras; cada conflicto concerniente al transporte público lo aprovechan para atacar a la EMT, para atacaros. Y cada conflicto ha sido y es un ejemplo de resistencia de los trabajadores de la EMT que enorgullece al conjunto de la clase obrera.

Una vez más, salís a la calle a defender el transporte público, a defender al conjunto de la clase obrera, y nos honra poder acompañaros. Alzamos la voz junto a vosotros para exigir que el transporte público siga siendo, siempre y en cualquier circunstancia, público, para exigir que el servicio que no pueda ofrecer el Metro lo ofrezca la EMT, y no una empresa privada que solo buscará el beneficio.

Pero no sólo eso: reivindicamos además la necesidad de que el conjunto de las clases trabajadoras, beneficiarios del transporte público, tengan la oportunidad de opinar y participar en la toma de decisiones concernientes al transporte público. Reivindicamos además la necesidad de incluir a los trabajadores del transporte público en la toma de decisiones, y poner la empresa bajo vuestra gestión para mantener su importante papel social, y exigimos que se tenga en cuenta a las clases trabajadoras antes de cerrar la Línea 1, y que cualquier servicio sustitutivo sea ofrecido, de forma pública, por la EMT.

¡Garanticemos los servicios públicos para las clases trabajadoras!

¡Pongamos los servicios públicos bajo control obrero!