Ante la propuesta de Moción de Censura promovida por el grupo parlamentario Unidos Podemos, queremos hacer las siguientes valoraciones.
1. Es una necesidad acuciante desalojar al PP del Gobierno del Reino de España. Lo es más aún desalojar la agenda política y económica que este partido está aplicando, que no es otra que la agenda del gran capital y la oligarquía española.
2. Es difícil que la Moción de Censura prospere, al menos con la actual correlación de fuerzas parlamentarias. En este contexto, la iniciativa de la moción parece estar más enfocada a debilitar y desenmascarar al PSOE, y en parte a Ciudadanos.
3. El PSOE es un partido oligárquico que opera en el medio obrero y popular. Es la organización que hoy por hoy tiene mayor influencia política e ideológica sobre la parte más importante de la clase obrera organizada. Es esencial acabar con su influencia entre la clase obrera y sus organizaciones de masas.
4. En el sentido de golpear a los partidos del gran capital la iniciativa de la moción es positiva, pero conviene no bajar la guardia y recordar ciertas cosas importantes.
5. Por el momento no existen condiciones para que fuerzas progresistas puedan gobernar y aplicar a fondo un programa democrático en favor del pueblo trabajador, pero sí es posible y necesario aumentar al máximo la presión sobre el gobierno, debilitarlo, atacarlo por todos lo flancos y boicotear por todos los medios posibles la aplicación de la agenda política y económica de las clases a las que representa.
6. La moción de censura propuesta por Unidos Podemos puede contribuir a agitar y promover la lucha y la movilización en las calles, pero es importante que esta última no dependa de la dinámica parlamentaria, sino más bien al revés.
7. La lucha institucional tiene utilidad cuando desenmascara a los representantes políticos de la clase dominante y el carácter servil del Estado capitalista hacia la misma. Pero sobre todo es útil cuando este “trabajo de zapa” parlamentario es un reflejo del desarrollo de las formas de lucha extraparlamentarias.
8. No basta con desalojar del gobierno a los actuales gestores de los intereses del capital financiero. También hay que ir definiendo los contenidos políticos del “cambio”, y estos contenidos no pueden limitarse a la lucha por el reparto de las migajas del llamado Estado del Bienestar, por tímidas reformas democráticas y de transparencia. Es necesario dotar de contenido y perspectivas a la lucha e ir más allá de la “mínima resistencia”:
8.1. Insistir en la nacionalización de los sectores estratégicos y en un nuevo estatuto de los trabajadores.
8.2Poner sobre la mesa un programa de reformas a favor de la clase obrera tanto en el plano económico como democrático.
8.3Reforzar el control sobre los grandes grupos económicos e incrementar el poder de los trabajadores dentro del tejido empresarial y en la gestión del rumbo económico del país.
9.El ejemplo de Grecia demuestra que los Estados europeos, aparte de los poderes fácticos característicos de todo Estado capitalista, tienen una serie de ataduras en virtud de los tratados de la UE que encadenan a todo gobierno nacional que trate de salirse de la agenda neoliberal de la austeridad. Sin cuestionar abierta y valientemente esa arquitectura, cualquier gobierno progresista está condenado a ser un rehén de la oligarquía financiera.
10.Por ello también es preciso cuestionar elementos como el euro o los propios tratados de la UE (y la OTAN), que no son más que alianzas de la clase dominante española con la de otros países a fin de maximizar sus beneficios a costa de las trabajadoras y trabajadores de Europa (y de otras regiones del mundo) y apuntalar su dominio.
11.Impulsar a fondo un programa de reformas económicas y democráticas de estas dimensiones requiere un alto grado de organización popular. Una organización de concejales, diputados, cargos públicos y asesores institucionales no tiene la fuerza suficiente para impulsar un programa radical. Requiere un movimiento fuertemente enraizado por abajo en las clases populares y sobre todo en la clase trabajadora en los centros de trabajo y sus organizaciones sociales de masas, los sindicatos. Esta tarea de organización es el punto fundamental a reforzar para fortalecer el movimiento popular en nuestro país
12.Necesitamos concentrar las energías en las cuestiones que verdaderamente son determinantes para la vida de la clase obrera y el pueblo; así evitaremos también que la ultraderecha tenga vía libre para avanzar en su influencia sobre las masas empobrecidas azuzando el racismo, la xenofobia y otros elementos reaccionarios que dividan a las trabajadoras y trabajadores.
13.En consecuencia de todo lo anterior, el partido llama a los activistas, militantes, luchadores y luchadoras del campo popular y del movimiento obrero a la participación activa en todas las movilizaciones relacionadas con la moción de censura y a su vez exigir en el seno del movimiento popular la incorporación de cambios en la formulación de las reivindicaciones, incorporando a la misma la agenda de la clase obrera. No entremos en el juego de los fuegos artificiales, convirtamos las maniobras parlamentarias en duros golpes contra la oligarquía, aprovechemos la movilización para consolidar y extender el movimiento popular. Si compartes esta idea, acércate al PTD.