En estos días el Gobierno del PSOE ha apoyado la compra de las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés por el fondo suizo Parter Capital. Este no ha presentado un plan de empresa y ha adquirido las plantas bajo unas condiciones que apuntan a que pasado uno o dos años se producirá el cierre y la liquidación definitiva de las dos plantas de aluminio.
Este fondo suizo es absolutamente opaco, debido a que nada se conoce de sus actividades. Este hecho, unido a las condiciones antes descritas, señalan a Parter Capital como una liquidadora de empresas que realizan el “trabajo sucio” de despedir a bajo precio a la plantilla, con o sin conflicto laboral, y cerrar las instalaciones a cambio de percibir como beneficios la venta entera o por partes de dicha empresas.
Mediante esta liquidadora, Alcoa va a ahorrarse 160 millones de € del acuerdo social alcanzado en el ERE de enero, por el que parte de la plantilla se prejubilaría y la otra recibiría una indemnización por el despido. Este acuerdo desaparecería bajo la nueva propietaria pudiendo aplicar la reforma laboral de 2012 con toda su crudeza.
La adquisición de Alcoa por Parter Capital genera una angustiosa incertidumbre en la plantilla y en las familias que viven de la aluminera, debido a que tienen ante ellos un futuro incierto en el que no saben si dispondrán de ingresos en sus hogares. A esta incertidumbre se une la existente en ambas regiones de nuestro país debido a la desindustrialización que estamos sufriendo, la cual afecta también a miles de empleos indirectos de los que viven muchas otras familias.
A su vez la oferta de Quantum también suena a liquidación, inicialmente dejaba caer a la plantilla de A Coruña, pero ha introducido una modificación de última hora por la que se queda con las dos plantas a cambio de 100 millones de euros en ayudas públicas para mantener a la plantilla en las dos plantas.
El Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez nuevamente defrauda a las familias trabajadoras con el incumplimiento de sus promesas al colocarse del lado de Alcoa y de los liquidadores. Es decir, el PSOE se coloca del lado de la incertidumbre que ofrecen las empresas privadas, tanto las liquidadoras como las que hacen depender la continuidad de las plantas alumineras del mercado y la rentabilidad que obtengan. El PSOE de Pedro Sánchez abandona a las familias trabajadoras.
Frente a este escenario es posible salvar a la plantilla de Alcoa de las manos de las empresas liquidadoras. Es posible ofrecer una solución a la plantilla de Alcoa y a las regiones coruñesa y asturiana. Desde el Partido del Trabajo Democrático planteamos la compra de Alcoa por el Estado. El Gobierno de España tiene y puede poner a trabajar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para así dar continuidad a estas plantas con las suficientes inversiones.
Con esta solución la empresa es viable y rentable socialmente. Durante décadas se puede ofrecer certidumbre y seguridad a las familias trabajadoras de Alcoa y a la población de A Coruña y Avilés, garantizar las jubilaciones de la plantilla y proporcionar un futuro próspero a ambas regiones.