Nos acaban de cerrar Vesuvius, lo que se añade a una larga lista de empresas que están cerrando o teniendo problemas en los últimos tiempos. Vestas, Alcoa, Cemex, La Naval de Sestao, ArcelorMittal, por citar algunas de ellas. Aumenta en un 25% el número de personas afectadas por EREs.
La respuesta que se nos da desde el PSOE y los partidos neoliberales es que «no hay alternativa», lo mismo que decía Margaret Thatcher en los 80. El gobierno estatal y los autonómicos dicen que lo único que pueden hacer es mediar y tratar de buscar un inversor privado que mantenga abiertas las plantas, darle subvenciones a las multinacionales, regulación, fiscalidad, etc… en definitiva, dejar las cosas en manos del mercado.
Sin embargo, de vez en cuando surgen noticias como esta que enlazamos. Una empresa pública que no solo da beneficios, sino que se lanza a realizar inversiones y comprar otras empresas. Y lo hace con su propio presupuesto y con un gobierno en funciones. Y además paga 530 millones de euros en concepto de dividendos a su máximo accionista: el Gobierno de España.
Algo decía el PSOE durante el conflicto de Alcoa sobre que esto de que el Estado tenga la mano metida en empresas es cosa de comunistas y que era «ilegal» según la normativa europea: ¿Acaso son comunistas los directivos de ENAIRE? ¿O una suerte de irreductibles galos que se saltan a la torera la normativa europea?
Para más información, el Estado ha ingresado 970 millones de euros en dividendos gracias a las acciones que tienen en diversas empresas. Ingresos que vienen muy bien para reducir el endeudamiento, para los servicios públicos, y para hacer inversiones.
Ahora imagínate la siguiente situación:
- Que estos casos de empresas públicas productivas, no sean una excepción, sino la norma.
- Que el Estado tiene una política proactiva y a la ofensiva en materia en inversiones en empresas, que busca activamente tener una cartera de participaciones industriales que generen un dividendo social, que todas estas empresas empiecen a coordinarse y a trabajar en base a un plan para todo el país, que a través de esta política se llegue a la situación en que la empresa dominante en cada sector económico sea una gran y moderna empresa pública. Formando un gran conglomerado industrial público.
- Que en la dirección de estas empresas en vez de nombrar un privatizador neoliberal del PSOE o del PP con traje y corbata azul, ponemos una comisión representativa de los sindicatos, las plantillas, las comarcas donde están las fábricas…
- Que se use el dividendo para absorber otras empresas en dificultades pero que sean necesarias para la gente y las comarcas. Que lo usemos también para poner un plan de inversión para la España Vacía, creando empresas, viviendas y servicios necesarios, que fijen y aumenten la población y el bienestar.
- Imagínate que hacemos todo lo posible por arrebatar el control de la economía de manos de los fondos buitre y las grandes fortunas y lo ponemos en manos de la gente.
¡Qué gran país con futuro podríamos construir! Ya va siendo hora de recuperar nuestro país. Pon la SEPI a trabajar.
Partido del Trabajo Democrático #LaIzquierdaValiente