El desempleo, la explotación, la carencia de recursos para el acceso a la vivienda, la educación, la sanidad, el transporte, el ascenso galopante del coste de los productos de primera necesidad, las rebajas salariales, el empleo precario, los aumentos de la jornada laboral, la represión… son problemas que se han vuelto crónicos para la clase obrera, los demás trabajadores y, en algunos casos, las restantes capas populares en la sociedad actual dominada por el capitalismo monopolista. Los grandes empresarios y banqueros y su Estado llevan a la ruina a la inmensa mayoría de la población, ya que en lugar de encauzar el desarrollo hacia las necesidades de esta mayoría, lo hacen hacia donde más ganancias proporciona a la oligarquía.
La lucha de todos los trabajadores por la democracia choca directamente con la oposición de los grandes capitalistas en el poder; la lucha de todos los trabajadores por sus necesidades vitales choca irremisiblemente con los intereses de los empresarios y banqueros. Estos, con sus promesas de democracia y su oposición real a llevarla a cabo, abren el necesario camino de superar el capitalismo. En esta sociedad de capitalismo monopolista, donde la concentración económica, social, política e ideológica es inmensa y, además, recae en unas pocas manos privadas; donde la explotación de los trabajadores se multiplica a diario, la única solución para el progreso social es que los propios trabajadores tomen en sus manos las riendas de la economía, de su propia emancipación, con la toma del poder político y la construcción del socialismo.
La experiencia histórica y las necesidades fundamentales de las clases trabajadoras en la actualidad nos dan una visión de cuáles serían los elementos básicos de la Revolución Socialista.
1. La conquista del poder.
En la lucha se organiza la unión de los obreros y el resto de capas populares y su convicción de la necesidad de conseguir el poder político. La conquista del poder político es imprescindible para resolver las necesidades vitales de todos los que sufren el capitalismo. Esta toma del poder político representa el primer acto de la revolución socialista. La clase obrera se convierte así en elemento director de todos los aspectos de la sociedad, suma a este proceso a las otras clases y capas sociales, anteriormente explotadas y oprimidas, y prepara el terreno para la eliminación de las clases en general. Por lo tanto, además de las condiciones econó- micas y de crisis política, se necesitará:
1.1 La unidad de la clase obrera en torno a su partido político, el Partido Comunista, y la unidad con todos los trabajadores, organizados desde la base con sus propios organismos políticos.
1.2 La toma del poder político con una lucha a todos los niveles, tanto en el terreno parlamentario, como, y sobre todo, en el extraparlamentario, en la calle, en los barrios, pueblos, centros de trabajo y estudio, etc.
1.3 La clase obrera, junto al resto de explotados, se harán con las riendas del poder y comenzará la destrucción de los aparatos del estado burgués y su sustitución natural por la democracia socialista: la dictadura del proletariado.
2. La democracia socialista.
La democracia socialista será el nuevo tipo de Estado que se diferencia de la dictadura de los empresarios y banqueros. Surge directamente del fondo mismo del movimiento de las capas populares de la sociedad, fomenta al máximo su actividad y será la mejor garantía de su victoria final: es la forma superior de democracia. Todo Estado es una dictadura. Todo Estado es el fundamento político, represivo e ideológico para la dominación de una o varias clases sobre otras. El Estado capitalista, la dictadura de los capitalistas, está concebido y organizado para asegurar la explotación de la inmensa mayoría de la población por unos pocos. En cambio, el estado socialista, la democracia socialista, se organizará con la mayoría popular para luchar contra los explotadores y contra sus tentativas de defender y restablecer sus privilegios, todo ello con el objeto de avanzar en la construcción del socialismo hasta la extinción de las clases y del Estado, hasta alcanzar el comunismo. La práctica más amplia de la democracia de los trabajadores y su participación directa y permanente en la dirección de la nueva sociedad, se realizará, entre otras, con estas medidas:
2.1 Organización de la sociedad desde la base, cuya esencia serán los centros de producción, los sectores o territorios.
2.2 Los organismos de poder serán los Consejos o Comités, compuestos por delegados mandatados, electos y revocables, desde la base hasta Consejos Centrales.
2.3 Todos los Comités o Consejos se unirán por rama y, también territorialmente, a todos los niveles, en organismos estables y en congresos generales o específicos con el objeto de garantizar la producción, mejorar las condiciones sociales y tomar todas aquellas medidas necesarias para el cumplimiento del cometido del Estado socialista.
2.4 Los sindicatos, como representantes reivindicativos de la clase obrera, salvaguardarán los intereses cotidianos de la misma frente a la burocracia y los resquicios de burguesía y de práctica burguesa, aunque también se ligarán a los aparatos económicos del Estado socialista para que las masas obreras aprendan a organizar por sí mismas la producción social y los demás aspectos de la sociedad comunista.
2.5 Organización de la administración obrera de la industria, con la participación de Consejos, Sindicatos y Comités de fábrica, sobre la base de la planificación económica.
2.6 El Estado socialista tendrá como elemento clave du su poder la milicia obrera y el ejército popular.
2.7 El Frente Único en torno a la clase obrera se convertirá en la base democrática de alianza de las clases trabajadoras para desarrollar el socialismo.
2.8 El Partido Comunista, como partido político de la clase obrera, debe ser el motor principal en la construcción del socialismo.
3. La expropiación de los expropiadores.
El poder de los trabajadores será utilizado para la transformación revolucionaria de las relaciones de propiedad del capitalismo en relaciones socialistas de producción. El punto de partida será la expropiación de los grandes capitalistas y terratenientes, la conversión de la propiedad monopolista de la burguesía en propiedad del Estado obrero, que basará su línea de actuación en la planificación económica socialista centralizada en beneficio del pueblo. Las medidas principales en este terreno que afrontará la revolución para asegurar y reforzar la democracia socialista son las siguientes:
3.1 Nacionalización de las grandes empresas industriales, de los medios de transporte y comunicación, traspasándolos a los Consejos de trabajadores, que seguirán las pautas generales de la planificación centralizada.
3.2 Transformación de los objetivos de la industria y del campo para dar satisfacción a las necesidades del pueblo trabajador.
3.3 Nacionalización socialista de los bancos privados y otras estructuras financieras y centralización de las finanzas.
3.4 Nacionalización de las grandes empresas de comercio y distribución, y fomento de las cooperativas de consumo y distribución.
3.5 Monopolio estatal del comercio exterior.
3.6 A igual trabajo, igual salario.
3.7 Nacionalización de toda la gran propiedad agraria, traspasando en usufructo una parte a los órganos de base del Estado y otra parte a los pequeños y medianos campesinos, prohibiendo la compra-venta de tierra para evitar la acumulación de propiedades. Apoyo a la formación de cooperativas de campesinos y al paso a la gran producción agrícola mecanizada. Posteriormente, nacionalización de toda la tierra y colectivización de la agricultura y la ganadería, avanzando hacia la fusión del campo y la ciudad.
3.8 Confiscación de la gran propiedad urbana, traspasándola para su administración a los Consejos de base.
3.9 Nacionalización de los medios de comunicación de masas y de las imprentas y usufructo de los mismos por el Estado y las organizaciones del pueblo.
3.10 Asegurar el trabajo, la vivienda, la educación, la sanidad, la alimentación y la igualdad, que cubran totalmente las necesidades básicas de todo el pueblo.
3.11 Organización de la planificación centralizada de la economía con la participación de los Consejos, Sindicatos, Comités de Fábrica, etc.
4. El sector privado en el socialismo.
La persistencia de un sector privado industrial, no perteneciente a los estratégicos para la economía nacional, y/o de servicios seguirá jugando un papel importante en el desarrollo económico. Las limitaciones en la iniciativa del Estado Obrero, como consecuencia de los recursos tecnológicos, humanos y de investigación, limitados y orientados a sectores estratégicos, requerirá de la iniciativa privada para los sectores a los que no se alcance. Esta iniciativa privada deberá ser temporal, en tanto en cuanto no sea posible la iniciativa pública como mejor forma para su desarrollo como consecuencia de las limitaciones. Pero el beneficio del sector privado no puede ser unilateral sino que debe ser mutuo. Dado que el empresario privado obtiene beneficio económico por sostener su posición social debido a la iniciativa y propiedad privada, la sociedad española debe beneficiarse de los avances tecnológicos que proporcione esta iniciativa privada, tanto en los medios para producir como en los productos que mejoren nuestras condiciones de vida. Y esto exige las siguientes medidas de control e intervención del Estado Obrero:
4.1 No podrá pertenecer a un sector considerado estratégico.
4.2 Las patentes tecnológicas, tanto en los medios de producción como en los productos y en los sistemas de organización del trabajo, tendrán un carácter público, siendo únicamente cedida su explotación mediante contrato con el Estado y con una duración determinada.
4.3 El comité de empresa, elegido democráticamente por la Asamblea de Trabajadores, participará en el consejo de administración de la empresa con un 50% para ejercer el control de la producción y administración de la empresa.
4.4 Los trabajadores mantendrán unas condiciones laborales reguladas por el nuevo Estatuto de los Trabajadores.
4.5 Los Consejos o Comités de base garantizarán la adecuación de la producción a la planificación económica.
4.6 Las empresas privadas consideradas en este apartado deberán ser nacionalizadas y entregadas al Consejo de trabajadores para su gestión, cuando se haya cumplidos los objetivos que han motivado el mantenimiento de este tipo de iniciativa.
5. La lucha de clases en el socialismo.
El Estado socialista, como estadio de transición de una sociedad explotadora a otra sin clases (el comunismo), es la prolongación de la lucha de clases bajo nuevas formas y condiciones. Esta lucha irá dirigida contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad explotadora, contra los enemigos capitalistas exteriores, contra los restos de las clases explotadoras en el interior, contra los gérmenes de una nueva burguesía surgida sobre la base de la producción mercantil y de la vieja división social del trabajo que todavía no han podido ser eliminadas. Toda esta lucha irá cambiando en la medida del desarrollo socialista, pero no dejará de existir hasta la total eliminación de las clases.
5.1 Organización del ejército popular que sirva de garantía de defensa del poder de los trabajadores frente a los ataques y hostigamientos de los enemigos capitalistas exteriores e interiores.
5.2 Pérdida de todos los derechos para los grandes empresarios y banqueros, confiscando todas sus propiedades y cuentas.
5.3 Preparación de los obreros para la dirección económica y social, tomando las medidas necesarias para 38 superar la división de la sociedad entre trabajadores manuales y trabajadores intelectuales.
5.4 Las organizaciones obreras y populares tendrán que ser vigilantes frente a las tendencias reaccionarias de los pequeños propietarios-productores basadas en la producción mercantil que pueden conducir a la reproducción del capitalismo a gran escala.
5.5 Lucha general contra la burocracia y la corrupción y a favor de la democracia participativa y directa y por el mejoramiento de los derechos y condiciones de vida de los trabajadores.
5.6 La clase obrera tendrá la capacidad, mediante sus órganos de representación y participación de emitir denuncias y hacer públicos los casos de corrupción o abuso de autoridad de los miembros del partido. Existirán mecanismos para que, si la mayoría de la clase obrera de un contexto concreto (centro de trabajo, región, sector…) lo solicita, un miembro del partido asociado a esa realidad pueda ser suspendido de militancia temporalmente mientras se pone bajo los órganos de garantías y control para estudiar las acusaciones y emitir un veredicto.
6. La revolución cultural.
La elaboración de la conciencia comunista para construir el socialismo hasta alcanzar el comunismo pleno sólo es posible en el movimiento práctico, en la revolución. Para el desarrollo de la revolución económica y social, es necesaria también la revolución cultural como elemento de la lucha de clases en el socialismo. Para ello:
6.1 Suprimir el monopolio burgués de la educación, pasándola directamente a manos de los Consejos, prohibiendo todo tipo de educación de empresas privadas.
6.2 Lucha contra la cultura patriarcal enraizada, las costumbres y los prejuicios burgueses y pequeño burgueses. Educación científica frente a la religión para desarraigarla de la sociedad, a la vez que se transforma su base económica, integrando a los sectores progresistas y luchando contra los sectores religiosos reaccionarios.
6.3 Utilización de los medios de comunicación y de propaganda para la educación general y política de los trabajadores y para la edificación de una nueva cultura socialista.
6.4 Las bases de la revolución cultural para poner en manos de los trabajadores la cultura, la ciencia, la investigación, la técnica y la producción serán: la práctica de la construcción de la nueva sociedad y la intervención ideológica sobre la base de la concepción científica del materialismo dialéctico.
6.5 La revolución cultural debe ir acompañada de una concienciación de la necesidad de estar en armonía con el medio natural, luchando contra todas aquellas costumbres, ideas y prejuicios que nos hacen expoliar y maltratar el medio ambiente. Extinción de todas las prácticas que supongan el maltrato animal. Ecologismo consciente. Planes de desarrollos de sostenibilidad y todas las medidas necesarias para lograr un equilibrio entre el ser humano y su medio.
7. La lucha por la revolución socialista mundial.
Si el objetivo principal de los comunistas y del proletariado revolucionario español es la revolución socialista en España, ésta sólo podrá completarse y asegurarse como parte integrante de la revolución socialista mundial. La revolución en España debe ser entendida como parte del proceso de la revolución mundial.
7.1 El objetivo fundamental de la revolución es su extensión en revolución socialista mundial. La real posibilidad del triunfo y construcción del socialismo en un solo país o en un grupo de países, no debe limitar este objetivo.
7.2 Unidad de la lucha de clases a nivel internacional, desarrollando la contradicción entre países socialistas y capitalistas y fomentando la coexistencia pacífica como medio para la construcción del socialismo y como forma de la lucha de clases, subordinada al objetivo revolucionario del proletariado mundial.
7.3 Unión de los países socialistas en un único sistema socialista mundial. Apoyo económico y político a toda revolución socialista y a las revoluciones democráticas anti-imperialistas.
7.4 Reconstitución de la Internacional Comunista como centro de la revolución política a nivel mundial y como dirigente de los partidos comunistas de todos los países.
Actuando desde el actual retroceso defensivo que viven el movimiento obrero y los movimientos democráticos desde la crisis del campo socialista y del movimiento revolucionario internacional, los comunistas trabajamos por el objetivo fundamental de la Revolución Socialista en España y de la Revolución Socialista Mundial, por la reconstitución de la organización política de la clase obrera en España, el Partido Comunista, y por la reconstitución de la organización política de la clase obrera mundial, la Internacional Comunista.